Activas y Empoderadas

2024

Por quienes cuidan y entregan su vida para sostener a otros

Los Múltiples Rostros de la Violencia de Género

Día Internacional Contra las Violencias hacia las Mujeres .25 de Noviembre

Si hay violencia, no hay igualdad

El 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, nos enfrenta a una realidad inaceptable: la violencia contra las mujeres no solo vulnera sus derechos fundamentales, sino que perpetúa una desigualdad incompatible con una sociedad justa. Desde el nacimiento hasta el final de la vida, las mujeres enfrentan una gama y variedad de violencias que son, en palabras simples, insoportables.

Erradicar esta violencia no es solo un objetivo ético, es una necesidad urgente para garantizar la igualdad y la dignidad, no solo de las mujeres, sino de la humanidad entera.

Violencia contra las mujeres: una amenaza en cada etapa de la vida

La violencia contra las mujeres no entiende de edades ni condiciones. Se manifiesta en formas diversas y afecta a niñas, adolescentes, mujeres adultas y mayores. Es un problema que cruza fronteras, culturas y generaciones, enraizado en una cultura global de desigualdad y desvalorización de las mujeres.

Niñas y adolescentes: las más vulnerables a nuevas formas de violencia

Niñas y adolescentes enfrentan riesgos específicos, agravados por los avances tecnológicos y los cambios sociales:

  • Mutilación genital femenina y matrimonios forzados: Aunque menos comunes en España, estas prácticas afectan a niñas en comunidades migrantes, exponiéndolas a daños irreversibles en su salud y desarrollo.
  • Abuso sexual: Según el Informe de la Fiscalía General 2023, los casos de abuso sexual a menores en España aumentaron un 23%, con las niñas como principales víctimas.
  • Violencia psicológica y educativa: La intimidación y la exclusión social, combinadas con la violencia digital, impactan profundamente en la salud mental y el desarrollo emocional de las adolescentes.
  • Ciberviolencia: El ciberacoso, la difusión no consentida de imágenes íntimas y el ciberacecho son formas de violencia que afectan gravemente a las adolescentes, intensificando el aislamiento y la presión psicológica.
  • No acceso a la educación

Mujeres mayores, dependencia o discapacidad: las invisibles

  • Mujeres mayores: En esta etapa de la vida, la violencia puede manifestarse como maltrato físico, psicológico o económico, muchas veces perpetrado por familiares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este grupo enfrenta barreras significativas para acceder a la protección.
  • Mujeres con discapacidad: Este colectivo enfrenta mayores niveles de abuso. Según la ONU, las mujeres con discapacidad/dependencia tienen hasta tres veces más probabilidades de sufrir violencia física o sexual que los hombres con discapacidad.

Una cultura de desigualdad como raíz del problema

La violencia contra las mujeres no surge de manera aislada; es el resultado de una cultura que históricamente ha minusvalorado a las mujeres. Esta desigualdad estructural, que atraviesa lo económico, lo político y lo social, perpetúa actitudes que normalizan la discriminación y la violencia. En España, la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019 revela que el 57,3% de las mujeres mayores de 16 años ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

La Directiva 2024/1385: un marco legal necesario

La Directiva (UE) 2024/1385 del Parlamento Europeo representa un compromiso firme para erradicar la violencia contra las mujeres. Este marco legal, que los Estados miembros deben implementar antes de 2027, aborda diversas formas de violencia con medidas concretas:

  1. Reconocimiento amplio de la violencia contra las mujeres: Incluye formas como la ciberviolencia, la violencia institucional, el acoso sexual y la violencia económica.
  2. Protección integral de las víctimas: Exige acceso a refugios, apoyo psicológico y asesoramiento legal gratuito.
  3. Prevención en entornos digitales: Regula el ciberacoso y la difusión no consentida de imágenes íntimas.
  4. Formación obligatoria: Jueces, policías y personal sanitario deben estar capacitados en perspectiva de género para evitar revictimización.

Este marco legal reconoce que cualquier forma de violencia contra las mujeres constituye una violación de derechos humanos.

Violencia institucional: cuando el sistema falla

La violencia institucional es una barrera que perpetúa la desigualdad y dificulta el acceso de las mujeres a la justicia y los recursos. Se manifiesta en la revictimización durante procesos judiciales, la falta de formación profesional en género y la insuficiencia de recursos públicos, como refugios y servicios especializados.

El Consejo de Europa ha instado a España a reforzar la formación de jueces y fiscales en violencia contra las mujeres y a garantizar la protección efectiva de las víctimas más vulnerables.

Es urgente la acción propia y colectiva

Erradicar la violencia contra las mujeres exige un esfuerzo propio, colectivo y continuo. Las acciones necesarias incluyen:

  1. Educación en igualdad desde edades tempranas, para prevenir actitudes y roles de género que perpetúan la violencia.
  2. Refuerzo de los recursos sociales y legales, garantizando que todas las mujeres tengan acceso a protección y apoyo efectivo.
  3. Implementación de marcos legales robustos, como la Directiva 2024/1385.
  4. Visibilización de todas las formas de violencia, incluidas las menos reconocidas, como la institucional y económica.

Cualquier violencia es demasiada, pero esta gama y variedad de violencias contra las mujeres, desde el nacimiento hasta el final de la vida, es simplemente insoportable. Erradicarla no es solo un objetivo, es una necesidad urgente para garantizar la igualdad y la dignidad, no solo de las mujeres, sino de la humanidad entera.

Más

Día Mundial Contra el Cáncer de mama

Dia de la mujer rural

Mujer y soledad en el mundo rural y urbano

La soledad no deseada afecta al 20% de la población en España, siendo ligeramente más prevalente entre las mujeres debido a su mayor esperanza de vida, lo que aumenta la probabilidad de vivir solas en edades avanzadas. Actualmente, más de 1,4 millones de mujeres mayores de 65 años viven solas, y se espera que este número continúe creciendo con el incremento de los hogares unipersonales en las próximas décadas.

Vivir sola no significa estar sola: muchas mujeres eligen hacerlo, pero cuando la soledad no es elegida, puede volverse un problema grave. De hecho, más de la mitad de la población ha experimentado soledad no deseada en algún momento de su vida, y este sentimiento puede aparecer incluso cuando se está acompañado, sobre todo cuando existe un aislamiento no deseado.

A pesar de que algunos factores que influyen en la soledad son más pronunciados en el entorno rural, como la falta de recursos o actividades sociales, el estudio más reciente del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (2024), realizado por las fundaciones ONCE y AXA, ofrece una visión más matizada.

Soledad en el Medio Rural

Entre las mujeres mayores de 55 años que viven en municipios con menos de 10,000 habitantes, la prevalencia de la soledad es menor (17,1%) en comparación con las zonas urbanas (21,8%). Esto se debe, en parte, a que las comunidades pequeñas favorecen la cercanía y la construcción de relaciones sociales más fuertes. Sin embargo, las mujeres jóvenes en áreas rurales experimentan mayores niveles de soledad debido a la falta de oportunidades y servicios.

Soledad en el Medio Urbano

En las ciudades, la situación es diferente. Las mujeres mayores de 55 años que viven en municipios intermedios (de 10,000 a 50,000 habitantes) presentan una prevalencia de soledad más alta (22,8%). A pesar de tener acceso a más servicios y recursos, las mujeres mayores urbanas suelen tener mayores dificultades para establecer relaciones cercanas y significativas. Curiosamente, las mujeres jóvenes en áreas urbanas experimentan menores niveles de soledad, en parte gracias a la diversidad de oportunidades y actividades.

Factores Determinantes

Los factores clave que determinan la soledad no deseada incluyen el aislamiento geográfico, la falta de recursos comunitarios, el nivel educativo, y el reconocimiento social. Además, existen factores subjetivos, como la diferencia entre las expectativas sociales y la realidad de las relaciones, que influyen en cómo se vive la soledad. No es solo la cantidad de relaciones, sino la calidad y satisfacción que estas proporcionan.

Empoderamiento Femenino y su Relación con la Soledad

El empoderamiento de las mujeres es clave para reducir la soledad. A través de la participación activa en todos los niveles de la sociedad—social, económico, cultural y político—se fortalece el sentimiento de pertenencia y se reduce el aislamiento. El reconocimiento del valor de las mujeres, incluidas las de mayor edad, es esencial para enfrentar estos desafíos y promover una sociedad más equitativa. Al proporcionar herramientas que permitan a las mujeres tomar control de sus vidas, creamos un entorno donde todas puedan conectarse, aprender y disfrutar plenamente.

Rompe con la Soledad: ¡Conéctate, Participa, Aprende y Disfruta!

Hay un lugar para ti. Empodérate y toma el control de tu vida.

Más

Olimpiadas en igualdad de hombres y mujeres: Paris 2024

Rumbo a la igualdad: la mujer en las olimpiadas y paralimpiadas

8M- Día Internacional de la mujer

6 de enero - Día de las reinas magas

2023

Brecha económica de género

Violencia de género

Twitter
Ir al contenido